¿Quién inventó la limpieza?

Cuando miramos películas de época, seguramente agradecemos poder bañarnos y limpiar. Pero… ¿Quién inventó la limpieza?

 

Afortunadamente en el presente contamos con el desarrollo suficiente como para tener una red de agua potable y de cloacas. Eso nos permite, por un lado, poder mantener nuestra higiene personal así como la de nuestras casas. Por otro, mantener los desechos cloacales alejados de las áreas habitadas. En suma, podemos prevenir gran cantidad de enfermedades.

 

Si bien hace muchos años que existen los sistemas de saneamiento, así como algunas prácticas de limpieza, no siempre la realidad fue como la vivimos hoy.

 

 

¿Quién inventó la limpieza?

 

¿Podremos hablar de un individuo responsable de la existencia de la limpieza? Sin dudas no. Pero sí podemos referir algunos antecedentes de los pueblos antiguos. Echemos un vistazo.

 

Durante muchísimos años de la historia de la humanidad, el saneamiento prácticamente  no existió. Hay un hecho fundamental que marca un antes y un después: el paso del nomadismo al sedentarismo. Mientras las personas fueron nómades, el concepto de limpieza doméstica no existía. Si se encontraba refugio en una cueva muy sucia, la solución era cambiar de cueva en lugar de limpiarla.

 

Los primeros indicios de la limpieza datan de unos 7 mil años, en los pueblos babilonios, egipcios, griegos y romanos. Los babilonios ya usaban jabón hace 4.800 años. Tenía fines médicos y de higiene.

 

También en la Antigüedad se descubrió que el consumo de agua contaminada era fuente de enfermedades. De manera que las personas trataron de proveerse de agua fresca a diario, evitando el agua estancada.

 

Avanzando un poco más en la historia, el médico griego Hipócrates halló que la higiene contribuía a la prevención de infecciones.

 

 

El Imperio Romano

 

Durante el Imperio Romano, entre los múltiples desarrollos que tuvieron lugar, se pueden contar los relativos al saneamiento. Se construyeron acueductos para la distribución de agua dulce (algunos todavía pueden verse), baños públicos y alcantarillas.

 

Quién inventó la limpieza. Foto de acueducto romano.

Acueducto romano, en Navarra.

 

Lamentablemente, con la caída del Imperio parte de esta ingeniería se perdió y los hábitos de higiene no se transmitieron.

 

 

La Edad Media

 

La era medieval fue crítica en lo que refiere a higiene y salubridad. Los pueblos estaban superpoblados y sucios. El agua estaba contaminada y la higiene personal era inexistente. A la vez que prácticas como orinar y defecar en cualquier lado, eran de lo más comunes. Todos los desechos (de mataderos, curtiembres y mercados) se acumulaban en las calles.

 

Era lógico que la ausencia de una infraestructura de saneamiento adecuada provocaría que proliferaran enfermedades. La fiebre amarilla, la tuberculosis, la viruela, el cólera y la difteria estaban a la orden del día. La expectativa de vida era de tan solo 30 años, siendo muy alta la tasa de mortalidad infantil.

 

Pero sin lugar a dudas, la epidema más catastrófica fue la de la peste negra, transmitida por las pulgas de las ratas. Duró unos 25 años, alcanzando su pico máximo entre 1347 y 1353. Se calcula que diezmó a un 60% de la población de Europa.

 

 

¿Quién inventó la limpieza?

 

Hubo que esperar hasta el siglo XVIII para que se prohibiera tirar los residuos domésticos por la ventana. Se asignaron áreas en las ciudades donde se dejaría la basura, se fueron desarrollando los sistemas de alcantarillado y comenzaron a usarse letrinas. En simultáneo, se descubre el cloro y luego la lejía.

 

Recién a comienzos del s. XIX pudieron identificarse ciertas enfermedades a partir del descubrimiento de los gérmenes. A la par, se fueron desarrollando desinfectantes y productos de farmacia, lo cual permitió tener un control sobre las enfermedades.

 

Paulatinamente se fueron adoptando prácticas de saneamiento y salud pública. Se comenzó a gestionar la recolección de residuos y el tratamiento de aguas. Las personas fueron adquiriendo el hábito del baño y así la expectativa de vida aumentó.

 

Ya en el siglo XX los avances tecnológicos permitieron desarrollar productos de limpieza y desinfección, así como artefactos electrodomésticos. Hoy la limpieza de nuestro hogar se nos ha facilitado con productos antihongos, desengrasantes, desinfectantes y perfuminas. Contamos con aparatos que agilizan las tareas, como las aspiradoras, cortadoras de césped y otros instrumentos más de tipo manual.

 

 

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